Favorece la creación de un vínculo afectivo sano, de cuidado, confianza y responsabilidad.
Es un elemento terapéutico que facilita la escucha, la apertura y el desbloqueo emocional.
Ayuda a mejorar el desarrollo socio-afectivo y la regulación emocional.
Facilita el aumento de la autoestima, la autoconfianza y la autonomía personal.
Ofrece un movimiento tridimensional y
rotativo que transmite impulsos, estimulando física y neurológicamente
todo el cuerpo humano.